Mis mascotas

Esta es una pequeña colección de las mascotas con las que he ido compartiendo mi vida.

 

Este era mi padre, con Choper i Mimi, las dos primeras mascotas que entraron en casa.

Después llego Cuqui, de raza pastor alemán, era muy cariñosa y paciente, tanto con las personas como con sus amigos en casa (Mimi y Choper), este último, que era un ligón, cuando ella tenía el celo, intentaba montarla por las orejas o por donde pillara, pero como era bajito para ella, no podía, sin embargo ella no le decia nada, ni a Mimí, cuando se ponia encima suyo. Durante un tiempo tuvo un embazaro psicológico y andaba por casa con un muñeco de peluche en la boca arriba y abajo, como si fuera su cria. Más tarde crió y sólo mi padre y yo podíamos acercarnos a sus crias.

Más tarde llego Ratolina, una perrita callejera de la que no tengo fotografía. Pues bien, con estos cuatro dormía yo cada noche, la gata en la almohada y los otros tres a mi lado. Tenia que pedirles permiso para poder darme la vuelta en la cama.

 

Nuevamente mi padre y una de mis sobrinas, MªAngeles, con Jaki, el último en llegar a casa de mis padres.

Cuando mi padre se fue al cielo con mi madre, Jaki estuvo cada día en la puerta de casa esperando que llegara del trabajo. Dicen que murió de viejo, yo creo que fue de pena.

Creo que queda claro de quien he heredado el amor por los animales.

Mi hermana y yo con Jaki. 

Este era Xispi, mi precioso y cariñoso gatito al que le he dedicado esta entrada. Con el tiempo haré lo mismo para cada mascota.

Y finalmente, aquí tienes a Nena, que es como llamo a la carolina o ninfa que hoy día me acompaña. Es muy especial como explico en otra de mis entradas. 

He tenido más animales de los cuales no tengo fotografías, por ejemplo un par de carolinas (como la que tengo ahora). Ese par de carolinas tuvieron descendencia, fue muy bonito verlas criar, la pena fue que Xispi tenia curiosidad por ellas y en un par de ocasiones consiguió abrir la tapa de la caja de cría. En la primera ocasión se marchó el macho, la hembra quedó protegiendo las crías, en el segundo intento, fue la hembra la que se fue. Tuvieron mucho éxito con los niños de mis vecinos pues les enseñé a pronunciar palabras y silbidos, p.e. a silbar el grito de Barça, Barça, que los niños les decían desde el patio para que ellas lo repitiesen. Nena, mi carolina actual, como es hembra, no habla, solo silba el clásico piropo .

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Estas que siguen son fotografías de de animales que he conocido o conozco aunque no conviven ni han convivido conmigo.

En este apartado, merece mención especial el Nen, que es el perro de mis buenos amigos Isidro y Aurora que viven en Sant Boi. Cuando voy a visitarlos, al Nen parece que le entre un ataque de felicidad, igual que a mi, y no para de saltar y ladrar hasta que se le pasa. Es muy ágil, listo y cariñoso. Cada vez que me acuerdo, le llevo algún regalo, lo agradece siempre. Aquí lo tienes descansando después de correr en cinco minutos lo que yo andaré en un mes.

A este gatito, lo conocimos un verano en Cambrils. Estaba acostumbrado a la libertad y en el trato con las personas no era especialmente amable.

Estos son dos perritos amigos Rocky i Blanquita, cuando eran jovencitos.

    

Estos tres gatos viven juntos en armonía en un ático con buenas terrazas.

Esta fotografía, es de un verano en que visitamos el parque natural de Cabárceno en Cantabria. Los animales están tan a gusto, que si tienes un poco de atrevimiento, algunos, incluso puedes tocarlos como hice yo.